Cerramos un año raro, un poco complicado donde tuvimos que adaptarnos como todos al contexto mundial y por suerte pudimos hacerlo. Hicimos eventos de recaudación online, adopciones con protocolos, distanciamientos, nada nos detuvo y tuvimos mas de 200 adopciones!
¡GRACIAS a todos los que hicieron que esto fuera posible!
Pocos son los gatos que van felices y contentos a la veterinaria.
La mayoría llegan asustados y por eso en la camilla responden con un miedo paralizante o con agresividad cuando los manipulamos.
Veamos algunas pautas para manejar esta situación:
Lo ideal es acostumbrarlo de chiquito a que haga salidas (las salidas a la veterinaria SIEMPRE se hacen dentro de una transportadora o un bolso, SIEMPRE. Por mas acostumbrado que esté a la calle nunca sabemos cuánto puede estresarse por las maniobras
Para acostumbrarlo a la transportadora lo ideal es dejarla en un ambiente de la casa frecuentado por el gato
Dejarla en el piso abierta, inclusive se le puede sacar la tapa. La idea es que el gato entre y salga como si fuera una camita más.
Ponerle comida cerca hasta que le vaya perdiendo el miedo. Cuando logre entrar, premiarlo por la conducta
En la calle se puede tapar la transportadora con una manta, asi se siente mas resguardado
En la vete no sacarlo hasta que no sea su turno para ser revisado y no dejarlo expuesto hacia algún perro que lo moleste
Una vez en al camilla, darle su espacio para que salga solo. Si no se anima se puede sacar la tapa y revisarlo ahí dentro
Si la vete es cat friendly, el consultorio va a tener todo lo adecuado (feromonas, hierba gatera, poco ruido, nulo paso de gente) para que el gato se sienta cómodo
Si son sus primera visitas, idealmente revisarlo sin hacerle cosas demasiado invasivas. Ofrecerle algo rico para comer mientras lo pinchamos. Que vuelva a la casa con el recuerdo de que nada pasó
Hay gatos en los que el miedo es tan extremo que reaccionan con agresión a quien intenta manipularlos
Evaluar en esos casos si no es mejor una consulta a domicilio donde se sienta más cómodo
También hay gatos que realmente son impsibles de manipular. En esos casos, lo ideal es transportarlos en un bolso blando (esos que tienen una especia de red en los laterales) para poder pincharlo por ahí y revisarlo bajo SEDACIÓN. Si bien esta es la última opción que se considera, a veces es lo más adecuado para evitar el estrés
Con los gatos hay que ser PACIENTES, recuerden que podemos ayudarlos con medicación homeopática o flores de bach para que estas situaciones no sean tan estresantes
Me crucé con este gráfico que me pareció espectacular en términos de comunicación felina. Demasiadas veces se confunde miedo con agresión (y fíjense como una deriva en la otra), y acá pueden ver que no solo hay que saber observar las posturas corporales sino también las expresiones faciales, porque estas cambian mucho más rápido. Cuando el gato está alerta y concentrado en un estímulo las orejas están erguidas (arriba a la izquierda), si vamos bajando (incrementando el miedo), aparecen las orejas “de avioneta”, rotadas hacia abajo en actitud defensiva, junto con el soplido (que es advertencia y no agresión, como ya les he explicado). Si vamos hacia el extremo del gato agresivo, en cambio, las orejas están rotadas pero exhiben la parte interior hacia los lados. Las pupilas nos dan la mayor cantidad de información para terminar de definir el cuadro. Las pupilas ovaladas indican un gato en estado normal, mientras que las pupilas dilatadas se asocian con el miedo, y las alargadas con la agresión. Ojo, a todo esto hay que agregarle la luz de ambiente y el contexto para poder hacer una lectura correcta. La magia de los felinos reside en su facilidad para distinguir estas diferencias, por más sutiles que nos resulten a nosotros, y así evitar las confrontaciones físicas. Todo aquel que trabaje con gatos debería ser capaz de entender este lenguaje, y sino más clarito, echale agua….y fíjate cómo se pone! (Para las grandes mentes que todavía lo recomiendan como método de educación 💦)